Entre las noticias alarmantes y los consejos de nuestros médicos, que nos amenazan con consecuencias catastróficas los primeros, y con preocupantes aumentos de niveles en las analíticas los segundos, nuestro consumo de carne se ha visto reducido bastante. Lo aconsejable es comer sólo bichos con plumas (pollo y pavo) o que coman zanahorias (conejo). Poco aceptables son la ternera, el buey, el cordero y el cerdo, y relegados al destierro se encuentran los embutidos y las vísceras.
Pista mnemotécnica: cuanto más sabor, peor.
Para nosotras esto no es un límite, es un reto. Y estas recetas muestran nuestra victoria.